La política, buena porquería,
el político hace promesas,
y falta el pan de cada día,
que el trabajador debe llevar a su mesa.
Mientras el político vive en festines,
engordando el bolsillo y su panza,
con sus leyes te clava la lanza,
de impuestos para distintos fines,
como auto nuevo, y departamento
a estrenar, mientras que en cabaña
vives, y tienes impuestos que pagar,
siempre el exigido emolumento.
Así vives, quejándote en tu sufrimiento,
de haber votado a tal cual,
solo te queda en el pensamiento,
de que todo iba a cambiar! ! !
Y ahora, solo te preguntas, porque!!
a este mal nacido voté! ! ! !.....
Olegario Juan Caorsi